domingo, 15 de diciembre de 2013

Arcane Legions

Mola la ilustración de caja ¿eh?, pues no os dejéis engañar si veis esta caja en una tienda junto al resto de juegos de mesa, ya que esto, damas y caballeros, es un Warhammer, no un juego de mesa en si mismo.
La caja básica contiene tres pequeños ejércitos (Romanos, egipcios y chinos), con los que ayudados con un metro, una herramienta para pivotar unidades (viene incluida) y una superficie grande con escenografía a ser posible, libraremos batallas entre estos ejércitos.

Hablamos entonces de una caja "starter" que sirve de iniciación al juego. No obstante en lo que a material se refiere, va bien servida. 
La caja contiene la absurda cantidad de más de 120 miniaturas, muchos daditos pequeñitos muy monos, peanas enormes de plástico para colocar las miniaturas, cartas de habilidades y un panfletito corto a color que sirve de reglamento.
Evidentemente las miniaturas requieren de montaje básico (tampoco es tan terrible como montarte un regimiento de Warhammer), pero montarlo todo llevará su tiempo.
Las miniaturas se colocan en las peanas correspondientes junto a una especie de troquelado de cartón que indica toda la información de la unidad y las ventajas que tienen las miniaturas según en la formación que estén.

Esto es muy raro ¿de que va?
Básicamente eso, no tiene más. Son batallas masivas entre ejércitos, un Wargame puro y duro, donde la estrategia y la "novedad" radica en su sistema de formaciones, ya que dependiendo de como situemos las miniaturas de una unidad, tiraremos un tipo de dados u otros.

¿La caja lleva tanta tralla?
Efectivamente, pese a su ridículo precio (tengamos en cuenta que es ridículo debido a que el juego se la ha "pegado"), vienen muchas miniaturas de calidad baja (suficiente), y apura al máximo el tamaño de la modesta caja. Esto dará problemas a la hora de guardar las cosas de nuevo una vez montado todo.

¿Cómo se juega?
Cada unidad cuesta un determinado número de puntos que se especifica en su propia peana, que esa es otra, muy cómodo este sistema; Toda la información que necesitas se encuentra en la peana salvo por las habilidades que vienen aparte en cartas, las cuales se anexionan correctamente y sin confusiones con las unidades a las que pertenecen.
Se debe acordar la batalla a determinado número de puntos, cada jugador prepara su ejército debiendo poner por lo menos una unidad comandante, las cuales son más pequeñas (5 o 6 miniaturas) y te viene el general ya pintado (terriblemente, pero se agradece) y es la única miniatura cuyo material es de goma y no de plástico.
Una vez elegido todo, igual que en Warhammer se realiza un despliegue cada cual a una esquina de la mesa y por turnos los jugadores mueven sus unidades mediante puntos de activación (es decir, en un turno no podrás activar todas tus unidades), disparar y atacar.

La chicha del juego viene cuando en la primera fase del turno, puedes reorganizar tus tropas para adoptar sobre su propia peana, formaciones de combate, carga y defensa (depende la tropa en si). Lo cual dará más predisposición a destacar en un campo que en otro. Si están a punto de asaltarte, puedes poner a toda la tropa en una formación de defensa y así poder disponer de más dados de defensa, por ejemplo.

Dependiendo de los aciertos de la tropa atacante y de la defensora, luego se retiran miniaturas en forma de bajas, esto hace que se note el desgaste real de una tropa, ya que cuantas menos miniaturas hay sobre la peana, las formaciones serán menos efectivas y incluso pueden llegar a perder habilidades (Muchas habilidades requieren de la presencia de miniaturas en ciertos espacios remarcados en la peana para poder usarse).

¿Cómo se gana?
Básicamente aniquilando al ejército enemigo. Existen misiones en el panfleto de reglas y el juego te da la oportunidad de jugar misiones en plan tomar objetivos o defender una zona, las condiciones de ganar en esos casos pueden variar.

Conclusión:
Debido a su simplicidad, es un Wargame rápido, de corta duración y bastante asequible tanto a nivel de aprendizaje como de precio, casi podría considerarse un Eurogame. La pena es la pésima calidad de las miniaturas, que te quitan todas las ganas que pudieras tener de pintarlas y dejarlas bonitas. 
Pese a todo, el juego cansa en seguida, ya que los ejércitos no son especialmente grandes y eso hace que las partidas resulten iguales (Dando pie a que te compres unidades nuevas y de forma compensada para cada ejército, claro)
El error está en considerar este juego como un juego de mesa puro y duro, realmente es un juego de miniaturas coleccionable y esa esa es la trampa.
Si hablamos de Wargames de miniaturas, desgraciadamente para Arcane Legions, hay muchísimos mejores y de mayor profundidad y calidad.
¡Existe una expansión con caballería romana...en OSOS!

En lo personal:
Veo este juego como una forma para introducir a los jóvenes y reacios al mundo del Wargame (condenarlos, vaya), debido a su rapidez y sencillez. Puesto que es un juego que está desapareciendo, igual vale la pena rescatarlo de sección polvorienta de la tienda por 15 euros y dejar que ocupe algo de tu estantería.
Yo apenas lo he jugado, no ha enganchado a nadie que conozca y no tengo el mayor interés en sacarle partido debido a su clara falta de profundidad.

Género: Wargame coleccionable
Año de publicación: 2009
Editorial: Wells Expeditions
Idioma: Inglés
¿Depende mucho del idioma?: Realmente no, el poco texto que hay es corto y escueto.
Jugadores: Con el contenido de la caja puedes jugar de 2 a 3 jugadores sin problemas.
Expansiones: Muchas, tanto ejércitos enteros, como tropas sueltas.
Precio: En su día unos 35 pavos, actualmente ronda los 15 o 20 euros como mucho.
¿Precio justo?: Si.

¡Otro día sigo analizando más juegos!

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