miércoles, 19 de febrero de 2014

Reflexión: ¿Por qué jugar en mesa?


Saludetes otra vez. Tal como amenacé, paramos un poco con los análisis y empezamos a ver parrafadas relacionadas con el mundillo del juego en mesa.
Hoy vengo con la explicación a la pregunta de muchos...

¿Por qué jugar a juegos de mesa?
La pregunta tiene realmente razón de ser, no va con ganas de tocar las narices ni nada parecido.
Hoy en día disponemos de muchas clases de ocio, y podría decirse que el más importante es el ocio electrónico (videoconsolas, pc, tablet, móvil...).


Cualquier persona puede en cualquier momento ponerse a jugar a un videojuego.
El concepto del "juego online" también va a la orden del día, gracias a internet, jugamos a videojuegos desde casi cualquier aparato electrónico junto a otras personas de todo el mundo (tanto desconocidos como tu mejor amigo).

La mayor virtud de los juegos de mesa es precisamente el jugar con otras personas en una misma mesa, o al menos eso piensa mucha gente. Pero claro jugar a un juego de mesa no puede competir visualmente y en términos de manejo y control contra un videojuego. Evidentemente por lógica se prefiere jugar a un juego online con los colegas antes que perder la cabeza intentando juntarles en una misma mesa para jugar a un juego que hará falta preparar, montar y explicar. De hecho muchos juegos de mesa han sido adaptados a videojuegos, manteniendo sus sistema de juego y todo pero con la facilidad de control que puede tener un aparato electrónico y su accesibilidad a jugar con otras personas.



¿Por qué jugar a juegos de mesa entonces?
  1. Compenetración y inmersión entre jugadores: cuando un grupo de amigos se junta para jugar a juegos online, tanto si es cada uno desde su casa o en la misma habitación cada uno desde su videoconsola o el aparato de turno, se centran en si mismos. No hay una interacción real entre jugadores. Cada uno se sumerge en su juego por separado. Jugar en mesa requiere prestar atención a algo real y palpable al alcance de todos, ergo todos se sienten tan cercanos como realmente están, silla a silla.
  2. Potencia la imaginación: un videojuego ofrece un apartado visual completo. Todo está hecho y se te muestra tal como los creadores quieren que se muestre. No hay lugar para la imaginación. Jugar en mesa te obliga a usar elementos como dibujos, miniaturas, cartas y tableros como herramientas que inconscientemente la mente usa para imaginar situaciones únicas, algo que jamás puede conseguir un videojuego.
  3. Personalización al alcance de todos: un desarrollador de videojuegos, es capaz junto a su equipo de manipular un videojuego, cambiar sus reglas y todo lo que se proponga. Una persona que no pueda o no se le de bien el desarrollo de videojuegos, no puede personalizar un videojuego, juega con lo que se le ofrece bajo unas reglas inalterables. Los juegos de mesa son fácilmente personalizables, es más, te animan a coger las miniaturas y pintarlas, o a manipular las reglas para crear nuevos modos de juego e incluso uno nuevo a partir de otro. Cuando compras un juego de mesa, realmente estás comprando una serie de materiales con unas reglas para darle uso. En cualquier momento puedes usar esos mismos materiales, personalizarlos y crear reglas propias.
  4. Sin barreras: un videojuego está limitado tal como he comentado antes, y no puede "enlazarse" con otro videojuego salvo que sea de la misma franquicia. Casi todos los juegos de mesa dan la oportunidad de hacer campañas de juego. Usar el mismo personaje para cualquier juego de mesa. Narrar una historia de cero, un mismo videojuego te narrará realmente siempre la misma historia.
Una comparación muy acertada es pensar que un videojuego es como una película, y un juego de mesa es como un libro. 


Para aquellas personas que les de vagancia montar un juego de mesa, no hay excusas, lo que tardas en instalar un videojuego, es lo que tardas en montar un juego de mesa junto a tus amigos.

¿Por qué cada vez hay menos gente aficionada al juego en mesa?
Debido a que la imaginación está infravalorada hoy en día. Todo es tan visual y está tan conscientemente preparado para atontar los sentidos que los niños crecen sin necesitar imaginación, y una vez adultos son incapaces de usarla, ergo no pueden disfrutar de un buen juego de mesa.

Intentadlo, dadle una oportunidad a un juego de mesa. Convence a tus amigos para gastar un par de tardes, o acude directamente a un club de juego. Quizás te lleves una grata sorpresa al final del día.

Actualmente el mercado de los juegos de mesa ofrece una gran cantidad de juegos para toda clase de gustos y basados en toda clase de temática. Daros una vuelta por la red buscando las páginas oficiales de las editoriales de juegos de mesa.

Varias editoriales de juegos de mesa que editan juegos en nuestro territorio

¿Qué es una tarde de domingo sin una bolsa de ganchitos, tu bebida favorita, tus amigos y un buen juego de mesa?

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